lunes, 16 de mayo de 2011

El rol de la música en la jornada laboral.


¿Estamos de acuerdo en que un día hábil, antes de ser laboral, es un día como cualquier otro?

Entonces, como la evolución humana nos lo ha enseñando: ¡Debemos acompañarlo con música!


Como profesionales, invertimos alrededor de ocho horas diarias en nuestras labores. Tiempo en el cual no sólo debemos ser fieles a nuestras responsabilidades, sino que también tenemos que cargar y negociar con nuestras emociones, asumir imprevistos, ser parte fundamental de una convivencia grupal, y seguramente de muchas cosas más.


Para lograr que esta combinación de factores fluyan, y optimicen los procesos, es indispensable hacerlo con ritmo.


“Ajá, pero ¿cuál es la mejor música para trabajar?“ ¿Salsa? ¿Jazz? ¿Reggaeton?…"




La cantidad y diversidad de la música es prácticamente infinita, al igual que los gustos y preferencias de los oídos, por lo que debemos ser inteligentes a la hora de querer escucharla.


La clave está en tener tacto para saber en ese momento es preferible optar por unos audífonos, o si por el contrario, la situación es oportuna para enchufar las cornetas, subirle volumen, y disfrutar la experiencia grupal.


Lo ideal es llegar a una especie de acuerdo colectivo entre entorno más cercano. Siempre tomando en cuenta a el silencio como uno de los géneros musicales posibles (y más sabrosos).


La música es una fuente inagotable de motivación, inspiración, entretenimiento, reflexión… Y sobretodo, la música es un punto de encuentro y entendimiento superior entre los seres humanos.


¡Invitemos a la música a formar parte de nuestro equipo!



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