Respirar es tan natural que parece sencillo.
Sin embargo, en muchos casos, la respiración está afectada por nuestros hábitos de vida y falta de atención, hasta el punto que no solamente respiramos mal, sino que el aire que respiramos no es de buena calidad. Ésta es una de las causas de la falta de resistencia a las enfermedades, al esfuerzo físico, la fatiga, el nerviosismo y la irritabilidad.
Mientras lees… ¿estás respirando por la nariz o por la boca?
Aprender a respirar, al contrario de lo que pueda parecer, no es fácil; requiere sobre todo concentración y práctica. Dedicar unos minutos al día a respirar concientemente, disfrutarlo y perfeccionar nuestra técnica puede elevar nuestra calidad de vida a un lugar inimaginable.
Respirar bien beneficia la salud, pero también actúa sobre el pensamiento y la voluntad.
Una respiración regular, pausada y profunda tiene un potente efecto tranquilizante, disminuye la ansiedad, y ayuda a tomar decisiones con calma y de forma más acertada.
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